martes, 28 de junio de 2011

Dieta equilibrada: los Hidratos de Carbono

Aquí van algunas lindezas sobre los hidratos de carbono o glúcidos. Tener en cuenta que sólo son pinceladas. Siempre hay que andar de la mano de un profesional, seguir asesoramiento médico y escuchar a los nutricionistas. Esto es sólo un breve resumen de mis conocimientos como farmacéutica tras desempolvar algunos apuntes.

Os recuerdo que los glúcidos se dividen en:
- Simples: azúcares sencillos. Son los monosacáridos (glucosa, fructosa, galactosa) y disacáridos (sacarosa = glucosa + fructorsa; lactosa = glucosa + galactosa). Se componen, como su nombre propiamente indica, de una sola molécula o de dos, por lo tanto son muy fáciles de digerir. Tanto, que se escinden prácticamente en su totalidad en la boca antes de llegar a estómago. Aporte energético inmediato.
- Complejos: son cadenas más o menos elaboradas de glucosa (almidón, glucógeno, etc.) Requieren más tiempo para ser digeridos por el sistema digestivo. Por lo tanto aportan energía durante más tiempo. Ej: la patata

Recordar: 5 comidas al día, intentando no dejar pasar más de 3 horas sin comer y variando platos, ¡no os aburráis! Alimentos de temporada, naturales y cocinando de forma sencilla al vapor, a la plancha o al horno. Os dejo un listado que podéis seguir:

Para todos los días sin límite: frutas con piel, hortalizas, verduras de hoja verde (lechuga, rúcola, canónigos, berros) y/o verduras de colores intensos (acelgas, espinacas).

Para todos los días en pequeñas raciones: barritas de cereales integrales, cereales integrales (evitar el mega bol), frutos secos sin tostar ni salar, patata cocida.

Una pizca al día: frutas naturales dulces (papaya, mango, piña), galletas integrales de cereales (para muchas personas algo indigestas), miel, pan de molde de cereales, salsas, pasta blanca al dente.

Eliminar si se busca adelgazar: arroz blanco, azúcar blanco, alcohol, cerveza, bollería, cereales azucarados, chocolate con leche, galletas dulces y saladas, gominolas, mermeladas, pan de leche o de molde, patatas fritas congeladas, pizza, zumos envasados, precocinados.

 Alimentos bajos en hidratos y ricos en proteínas para cada día: aceite de oliva (olvidaros del de palma, coco y girasol, son lo peor para las arterias), aves, carnes rojas magras (ternera, conejo), embutidos menos grasos y procesados (jamón, lacón, pavo), hierbas y especias (ponerle a la carne pimienta que mejora mucho), infusiones, pescado azul (sardinas, trucha) y blanco (merluza, dorada), vino tinto (¡una copa chicas!)

¿Os acordáis que dije, los hidratos mejor al medio día y las proteínas por la noche? Bien, repaso que comenté que los hidratos se acumulan por la noche porque no los quemamos para nada. Pero lo que no os conté es que las proteínas son más saciantes y ni que decir que se digieren mucho antes. Consejillo: cuando lleguéis a casa y sólo penséis en un platazo de pasta o un dulcecillo, comeréis más cantidad que si tomáis carne o pescado que además nos llena antes y no “repetimos”. ¡Pero! Los hidratos son relajantes, nos dan sueño y las proteínas nos activan. ¿Complicado verdad? Hay que conseguir una buena combinación de las dos cosas. Probar un vaso de leche con cacao antes de dormir, ¡a ver qué tal!

Y por último, que vaya post más largo me ha quedado: si decidís hacer una dieta proteica y/o baja en hidratos de carbono, incluir frutas y verduras, no la prolonguéis más de seis meses, no os emocionéis con los batidos o suplementos de proteínas, hacer ejercicio y por supuesto llevar un control médico si ya son palabras mayores.

¡la Salud es lo primero!

lunes, 20 de junio de 2011

Protección solar

El sol se nos echa encima. Voy a repasar los cuidados que se deben de tomar. Cada uno tenemos un tipo de piel diferente y cada piel requiere unos cuidados distintos. Como directrices generales recordaros que no toméis el sol en exceso, beber mucha agua mientras lo hagáis (la hidratación es fundamental para evitar dolores de cabeza y retrasar el envejecimiento), usar siempre protecciones solares y taparos la cabeza con sombrero.

Los niños: evitar su exposición al sol es imposible, las madres los sabéis mejor que nadie. Tenéis en el mercado una variedad inmensa de protectores infantil. Siempre elegir la máxima graduación para ellos, tanto para la cara como para el cuerpo. Aplicar frecuentemente y siempre después de los baños. La resistencia al agua es de unos 15 min en un baño tranquilo… Así que en cuanto salgan del agua un nuevo unte.

Las pieles sensibles: ¿Qué es una piel sensible al sol? La piel que se quema con mucha facilidad y rara vez se broncea; a la que la salen granitos con el sol (muy comunes en el pecho), a la que la salen rojeces, sobre todo en los pliegues de la piel (debajo de las mamas, por ejemplo.) por el sudor, picores, manchas o cualquier anomalía del estilo. Y en general las pieles claras.

Qué se debe de usar: fotoprotectores altos. Distintos para la cara que para el cuerpo, la piel no es igual, por tanto las cremas tampoco deben de serlo. Para la cara, un factor 30 SPF está bastante bien, quiero decir que es alto, pero para el cuerpo hay que usar de 40 SPF para arriba. Aplicar repetidas veces y siempre después del baño. Comúnmente se dice que el factor de protección son los minutos que se puede estar al sol 100% protegidos. Bueno, la definición no es exacta pero para que os hagáis una idea va por ahí.

Las pieles no sensibles: no os confiéis, siempre hay que protegerse, pero tenéis el lujo de poder usar protectores de factor más bajo porque no os quemáis. El sol envejece una barbaridad la piel, no os expongáis sin protección.

Texturas: tenéis cremas, geles, sprays, aerosoles (ojo que tienen mucho alcohol), sticks labiales, etc. No os olvidéis de los labios, son muy importantes. En cuanto a cremas me gusta particularmente el gel-crema de Isdin, se extiende muy bien y se absorbe fenomenal (no me pagan por hacer publicidad). Otras marcas de referencia son Avene, La Roche-Posay, Vichy, Polysianes, etc.

Desmitificar aquello de: “es que con la crema no me pongo morena”. ¡No es verdad! Con la crema uno no se quema y por la noche no parece una luciérnaga, cuida la piel y la tiene más sana. Soy de la opinión de que eliminaría del mercado los aceites, las cremas a base de coco y de zanahoria, pero supongo que las cosméticas se me echarían al cuello.

Suplementos alimenticios: hoy día nadie se queda atrás y las empresas cosméticas se han apuntado al carro con los suplementos para el sol. A mí particularmente me gusta mucho la gama solar de Inneov (no me pagan eh?). Las tenéis sólo en farmacia. También tenéis la marca Oenobiol. Bueno, la oferta es la siguiente:

-          Para las pieles sensibles: son comprimidos, 2 al día, que se deben de tomar un mes antes, durante y algo después a la exposición solar (las vacaciones). ¿En qué consisten? Al final son vitaminas importantes para la piel que evitan las quemaduras, las rojeces, las alergias solares y los granitos. ¡Ojo! No sustituyen a las cremas solares, ¡eso nunca! Pero es verdad que ayudan mucho a prevenir y estar preparados para el sol.

-          Para pieles normales: siempre comprimidos, un par al día, para las personas que lejos de quemarse se broncean. Potencian ese bronceado en las zonas donde se coge menos color (para muchas la cara o las piernas), lo hace más uniforme y de un tono muy bonito.

A disfrutar del sol que es fuente inagotable de vitamina D.

Cuidaros, ¡la salud es lo primero!

sábado, 11 de junio de 2011

Y con la primavera...¡las alergias!

Sin darnos cuenta se nos ha ido el cuarenta de mayo y con él todos los resfriados tardíos, incluidos los que alguno que otro habrá cogido por bañarse en la playa esta Semana Santa. Pero no os creáis que dejamos los kleenex de lado, ¡ojala! Esta mañana yendo al trabajo me he dado cuenta por primera vez de la cantidad de bolas de polen que hay por el aire. En Madrid parece que ha nevado, y nada más lejos de la realidad.

Una parte importante de la población sufre alergias ¡y cada vez más! Bueno, entrando en materia, ¿qué es la alergia? La alergia es una hipersensibilidad, una respuesta exagerada por parte del cuerpo a una partícula, con un aumento en la producción de cierto tipo de anticuerpos (inmunoglobulinas E) por parte del sistema inmune así como un aumento en la liberación de histamina, causante de los síntomas típicos que todas conocemos. ¿Fácil, verdad?

Hoy tocan las alergias en general: al polen, a los animales, a los ácaros, etc. Lo malo de las alergias, es que una vez se contraen ya son para toda la vida. Y lo peor es que no se puede prevenir una alergia, no existe una vacuna que nos pongan de pequeños para no contraer jamás una alergia al polen (pero sí tenemos las vacunas para prevenir, en los alérgicos, los ataques fatídicos).

El cuerpo, cuando entra en contacto con el alergeno (la partícula que tenemos atravesada), desencadena la reacción que os he descrito. Tener alergia a algo pero que no da la brasa, pues nos da un poco igual. Al final lo que nos molesta son todos los síntomas típicos: moqueo, estornudos, dolor de ojos, dificultad para respirar a nivel nasal y/o a nivel pulmonar, picores, dolor de cabeza, fotosensibilidad (que duelan los ojos con la luz), etc.

¿Qué armas tenemos contra estos síntomas? Como os he dicho, están producidos por un exceso de histamina. Existen varios tipos de receptores de histamina: los H1 (relacionados con la rinitis y la  dermatitis alérgica), los H2 (en el estómago), los H3 y los H4. Bueno, sólo nos interesan ahora mismo los primeros. Por lo tanto, los fármacos de elección serán los ANTIHISTAMÍNICOS. Tipos:

Antihistamínicos H1 de Primera Generación: Ebastina. Principal efecto adverso: sueño. Causan sedación porque atraviesan la barrera hematoencefálica (no os pretendo aburrir). 

Antihistamínicos H1 de Segunda Generación: Loratadina. Ventajas: producen mucha menos sedación, menos sueño.

Presentaciones: jarabes, comprimidos recubiertos (se tragan), comprimidos bucodispersables, inyectables, etc. Los comprimidos bucodispersables han sido una maravilla desde que salieron, tengo cierta predilección por ellos. Se ponen debajo de la lengua, se disuelven muy rápido y el efecto que producen es prácticamente inmediato. 

Posología: siempre hablando de dosis de adultos, por lo general es uno al día siempre que el médico no os indique lo contrario. Hay que saber cuándo tomarlo porque claramente el efecto es mayor durante las primeras horas llegando a desaparecer al final. Por lo tanto, si estáis todo el día sin parar de estornudar, tomarlo por la mañana. En cambio, si durante el día no tenéis contacto con el ambiente pero la alergia no os deja dormir, tomarlo un poco antes de iros a la cama. Para los niños: como os digo siempre, ir al pediatra. Según la alergia y la edad podrán tomar una cosa u otra.

Como recomendaciones en general: la acción es mayor si se ingiere con el estómago vacío y además no le daña, beber mucha agua, no estar mucho tiempo en contacto con el alergeno (claro) y tener siempre a mano un paquete de kleenex. Y absolutamente contraindicado el alcohol mientras toméis la medicación.

Atentos los asmáticos: se os puede complicar mucho una simple alergia. La sensación de ahogo en el pecho es mayor. Tener siempre a mano el inhalador. Si a alguien que no es asmático le recetan un inhalador, que no entre en pánico: para casos severos es mano de santo.

Me dejo muchas cosas por contar, pero otro día más y mejor. Cuidaros, y ya lo sabéis, ¡la Salud es lo primero!

miércoles, 8 de junio de 2011

Dermatitis y Atopías

Con el cambio de estación y esta mezcla de días estupendos con solecito y días no tan estupendos de frío la sensibilidad de la piel aumenta. Y con ella la aparición de todo tipo de dermatitis. Cada vez más niños sufren de alguna aparición de dermatitis. Claramente no es grave pero si puede llegar a ser muy incómoda y se puede dar en cualquier parte del cuerpo.

Las pieles propensas a la dermatitis son las pieles atópicas. Pieles secas o muy secas, con rojeces, gran sensibilidad y muchos picores. Es fundamental mantener una buena hidratación. En el mercado tenéis una gran variedad de productos. Marcas de referencia: Aderma (de Ducray), LetiAT4 y La Roche Posay (línea Avenamit). Todas son cosméticas, no poseen ningún tipo de corticoide o analgésico. Presentaciones:

Jabones: para el baño. A las pieles atópicas les va fatal la sosa del jabón, “el jabón sin jabón” limpia, nutre y no reseca.

Aceites: para las pieles muy muy secas. Se vierte una cantidad de aceite en el agua del baño y se baña al niño con ella. No se aclara después. Secar al niño con cuidado después para no retirar la capa de protección que se ha creado sobre su piel.

Hidratantes: existen leches, cremas, emulsiones, pastas, etc. Se diferencian en la textura. Las leches y emulsiones son más ligeras y de absorción más rápida. Las cremas y pastas, por el contrario, son más densas.

Ni que decir que quien no sea tan niño y tenga piel atópica debe de utilizar estos productos y olvidarse de los jabones normales o de las cremas poco nutritivas. Existen líneas para bebé, niño y adulto. La piel es cambia con la edad y los productos cosméticos no se quedan atrás.

El brote: qué hacer cuando ya aparece el brote de dermatitis (granitos, rojeces y mucho picor). Bueno, desde luego lo que lo erradica son las cremas con corticoides. Acudir al médico para que os prescriba alguna. Hay infinidad con diferentes grados de concentración. Como mucho su uso se limita a una semana, si se prolongan más en el tiempo empiezan a dar problemas. En la farmacia os aconsejarán fenomenal.

Así que es fundamental la prevención.  No queremos brotes ni picores. Mucha higiene e hidratación.

No confundáis una alergia con una dermatitis derivada de atopía. Me explico: una erupción debida a una alergia también es una dermatitis pero se puede tratar con antihistamínicos tópicos. La suele producir el sol, el tejido de la ropa, una pulsera… Es local y aparece en el punto donde ha habido contacto directo con lo que ha producido la alergia. Si es más grave se trata con antihistamínicos orales (un comprimido de vuestro antialérgico preferido).